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Los españoles tuvieron una gran repercusión porque fueron los que dieron a conocer el tabaco en Europa.
Luis de Torres y Rodrigo de Jerez, protagonizaron el primer contacto europeo con el tabaco: “muchos indios con tizones encendidos en la mano y ciertas yerbas secas que hacían un rollo o canuto, lo encendían por un lado y se ponían en la boca el otro, chupaban el humo y lo echaban después en el aire”
El centro del origen del tabaco se sitúa en la zona andina entre Perú y Ecuador. Los primeros cultivos debieron tener lugar entre cinco mil y tres mil años a. C. Cuando se coloniza América, el consumo estaba extendido por todo el continente.
El tabaco fue conocido por los europeos en 1492 con la ocasión de la llegada de Cristóbal Colón y sus expediciones al Caribe en su primer viaje, según Bartolomé de las Casas (1561).
Gonzalo de Fernández de Oviedo describe el consumo del tabaco en “Historia General de las Indias” (1835) como parte de un ritual y describe sus efectos somníferos.
Se cosechaban dos especies diferentes de tabaco en el Nuevo Continente:
– Nicotiana Rústica (América del Norte) un tabaco cuya hoja tenía un alto contenido de nicotina
– Nicotiana Tahacum (origen en las tierras de la cultura maya sobre el año 2000 a.C.).
La primera descripción completa de la planta del tabaco fue en 1535 por Gonzalo Fernández de Oviedo, gobernador de Santo Domingo (La Española); en “Historia General y Natural de las Indias” y el médico sevillano Nicolás Monardes fue quien divulgó las propiedades curativas del tabaco en su obra “La Historia Medicinal” (1580).
Francisco Hernández de Bóncalo, médico de la corte de Felipe II, sembró por primera vez tabaco en las tierras denominadas “los cigarrales”, porque solían ser invadidas por plagas de cigarras, y situadas en los alrededores de Toledo.
La palabra “tabaco” planta de tabaco solanácea, pudiera proceder del tubo bifurcado en forma de “Y” que los indígenas taínos usaban para aspirar el humo.
En la época prehispánica el ejercicio de la medicina estaba mezclado con supersticiones e idolatrías, propias de las religiones ancestrales. Muy pocos individuos alcanzaban la edad adulta (36 a 55 años). Las poblaciones padecían problemas nutricionales, infecciosos, osteoarticulares y del aparato bucal. El ejercicio de la medicina solo podía hacerse cuando se alcanzaba una edad avanzada, eran considerados como sabios; también los había con carácter de magos o adivinos. Era transmitido el saber de padres a hijos. Con un gran conocimiento de las propiedades de las hierbas.
Los primeros cultivos de tabaco que se dieron en el continente europeo fueron gracias al embajador en Portugal Jean Nicot 1.530 – 1.600, a partir de los cuales de Linneo introduce “Nicotiana” en su clasificación botánica “Species Plantarum en 1753).
Con la Revolución Industrial, comienza la producción masiva y empieza a ser un problema para la salud.
Bibliografía:
• National Geographic; “Nicotina y alucinógenos en la sociedad prehispánica”
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/nicotina-y-alucinogenos-en-la-sociedad-prehispanica_7427/1
• Alfredo de Micheli & Raul Izaguirre-Avila: “Tabaco y tabaquismo en la historia de Mexico y de Europa” Rev. Invest. Clin. Mexico 2005
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-83762005000400014
• Jose de Acosta; “Historia natural y moral de la Indias”; CSIC, 2008
• Juan Esteva de Sagrera; “El tabaco”; Fac. Farmacia Univ. Barcelona; octubre 2006